1.
rocíame tu saliva
conviérteme en barro
¿hasta cuándo seré
tierra seca?
libro El cuerpo
y el carcoma (1964)
(pseudónimo de Konstantinos Dimitriadis) nació en Tesalónica el año 1931. Hijo único de inmigrantes de Tracia Oriental, pasó toda su vida sin salir de su querida ciudad natal- un sitio rico en referencias culturales gracias a la gran ola de inmigración de judíos y griegos de Asia Menor que encontraron refugio en el seno hospitalario de este lugar fronterizo de Grecia – y se convirtió en su poeta por excelencia. Estudió filología clásica y trabajó como archivador en la Biblioteca Municipal desde 1958 hasta 1965. Paralelamente, el año 1958, fundó y dirigió durante más de treinta años la revista literaria “Diagonios”. El impacto de tal proyecto literario como cantera de jóvenes artistas desembocó en la creación de la editorial del mismo nombre, de la cual salieron un número de poetas desconocidos hasta entonces, el llamado “círculo de los poetas de Diagonios”.
Así pues, relativamente de
pequeña extensión, debido a las múltiples actividades culturales que desarrolló
el autor a lo largo de toda su vida como ensayista, editor y traductor, aunque
intensa de contenido, su obra poética se distingue entre sus libros de poemas,
poemas breves y poemas en prosa y ha sido traducida a más de diez idiomas.
Su primer libro de poesía se
publicó en el año 1950: La era de las
vacas flacas, con título original: Η εποχή των ισχνών αγελάδων. En este es obvia la
influencia que ejerció en Christianopoulos el gran poeta, prototipo suyo y punto de referencia a lo
largo de toda su vida, K. P. Cavafis. Posteriormente,
el mismo Christianopoulos dijo sobre sus primeros poemas, que fueron escritos
sin haber encontrado todavía su propia voz poética, con un estilo un tanto
artificioso lo cual llegó a rechazar por completo en sus libros siguientes. De
este modo, a partir de su siguiente libro su obra se caracteriza por una
sencillez y una inmediatez que a veces choca al lector no solo por su temática
constante del amor efímero homosexual, sino por la desnudez completa del alma
de su autor- como él mismo afirmó en varias ocasiones- y el uso de palabras “impropias” estrictamente
de la calle hasta entonces describiendo sin pudor el deseo carnal y el rechazo
social. Aún así y a pesar de su crudeza e insolencia poética, cuando
preguntaron a Christianopoulos sobre la relación que guarda su obra con la de
Cavafis, uno de sus grandes maestros, respondió que Cavafis escribe buscando el
placer, que es un hedonista, mientras que detrás de sus propios versos se
esconde una agonía y una angustia cristiana que no puede evitar. Se trata de los
largos años de catequesis que recibió el poeta, junto con una educación
paradigmática para la época- a pesar de la pobreza de su familia- de estudios
superiores, que era costumbre verse acompañados de una moral cristiana
impecable.
A pesar de dicha moral, las
poesías “desvergonzadas” que publica Dinos Christianopoulos no tardaron en
provocar la ira de la iglesia, la cual le expulsó oficialmente de su seno. En
otra ocasión fue la dictadura militar griega (1967- 1974) quién estuvo a punto
de encarcelar al poeta por haber rechazado un premio concebido a una obra suya
en prosa. Y es que la contradictoria y atrevida personalidad del poeta le costó a lo largo de su vida varios
conflictos sociales, rechazos y humillaciones. Más recientemente, en el año
2011, el Ministerio de Cultura le concedió el Gran Premio Nacional de Letras (Μεγάλο Βραβείο Γραμμάτων) para el conjunto de su obra,
distinción honorífica que el poeta rechazó públicamente apelando a su
manifiesto escrito desde el año 1979 y publicado en su revista bajo el título En Contra
(título original: Εναντίον). Y es que entre los amantes e
incluso los críticos de su obra es bien sabida la pletórica figura del poeta
que no admite caracterizaciones absolutas, siendo a la vez culto y trotacalles,
reconocido y marginado, humilde y descarado, creyente y blasfemo. En una
palabra, algo rebetis, como a él
mismo le gusta llamarse.
2.
hormiga imprudente
insistes en vagar
y no intuyes la lluvia que se avecina
a ti también te abatirá
como a las flores
como a los barrios obreros
3.
DESCAMPADO
Este no es lugar para
acostarnos.
Las espinas pinchan y los
abrojos se pegan y nos traicionan.
El arroyo embarrado,
infestado de mosquitos,
no se parece a los
riachuelos cristalinos de tu pueblo.
Este no es lugar para
volver.
Se ha construido otra
casa, veo la luz de la ventana.
El camino pasa casi junto
a nosotros.
Parejas regresan en moto.
Este no es lugar para
reposar.
Esta canción rebética me
quitó todas las ganas.
Se llenan mis adentros de
lágrimas mientras te abrazo.
No me sienta bien saber de desarraigos.
Este no es lugar para
nosotros.
Hasta el campo tiene su
manera de herirnos.
4.
LA NOCHE
La noche recrudece la
soledad,
labra nuestras ruinas
ocultas.
La noche procesa la
belleza,
amancilla nuestras
súplicas.
La noche desabrocha
nuestras venas,
encuentra escondidos nuestros
sueños y se los come.
La noche descuartiza la
ternura,
renueva nuestras heridas
y en cuanto conseguimos algún cuerpo,
al instante nos suelta sus
lunas.
Traducción y textos: Nancy Angeli
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